Hoy, chorlitos, trataremos un tema un poco delicado que hace tiempo que quiero abordar: la seguridad en la aeronáutica. Los humanos son bastante subjetivos a la hora de evaluar lo seguro que es un medio de transporte, y normalmente confían más en sus instintos que en los datos puros y duros. Y en el caso de los aviones, sus instintos les dicen que no saben volar (lo que, esencialmente, es cierto, claro). Un humano siempre se sentirá más seguro en tierra que dentro de un avión, independientemente de la probabilidad real de peligro que haya.
E, irónicamente, la falta de confianza que tienen en los aviones es la principal razón de que el transporte aéreo sea el más fiable de todos (sí, es una de esas típicas contradicciones humanas). Como vimos no hace mucho, pocas cosas pasan unos controles de calidad tan estrictos y exhaustivos.
Pero, a pesar de todo, el hecho es innegable: los aviones se estrellan. No es una ocurrencia demasiado común, pero sigue siendo una de las muchas, muchas, muchas cosas que los humanos pueden mejorar. Y, sorprendentemente, es una de las pocas cosas que realmente se esfuerzan por mejorar.
Para que un avión se estrelle normalmente deben alinearse unos cuantos astros. Casi todo en el transporte aéreo está diseñado para que un solo fallo no sea causa suficiente para ello, así que deben producirse varios a la vez. Para que os hagáis una idea, todos los equipos esenciales para el funcionamiento del avión y la supervivencia de su pasaje van al menos por duplicado, y los protocolos de seguridad y las medidas preventivas que se aplican en todas las operaciones, si se aplican bien, evitan la mayor parte de los accidentes.
Pero, claro, no puede pasarse por alto lo que los propios humanos, en un momento de inspirada iluminación y sorprendente autoconocimiento, han llamado "el factor humano". Es decir, que son unos metepatas. Los aviones están diseñados para evitar los fallos, y ningún aparato va al aire sin que antes se haya demostrado que el diseño es seguro, y sin haber sido certificado por la Agencia de Aviación Civil correspondiente. Puede haber algún fallo, por supuesto (después de todo, son humanos quienes lo han diseñado), pero lo más común es que no lo haya. El problema llega después, con las cosas que dependen directamente de la competencia humana: desde el pilotaje hasta el mantenimiento, los controles de seguridad, los de navegación... los frentes a atacar son unos cuantos.
Echemos un vistazo a esas famosas buenas estadísticas (fuente: resumen estadístico de accidentes de aviones comerciales a reacción, Boeing). Los tramos más peligrosos durante la operación de un avión son el despegue y el aterrizaje. En el despegue y el ascenso inicial se concentra el 19% de los accidentes, mientras que en la aproximación final y el aterrizaje llega a producirse el 33%. El tramo más seguro, con diferencia, es el de crucero, considerando la fracción del tiempo de vuelo que el crucero representa con respecto a las demás etapas.
En realidad, la frecuencia con la que ocurren accidentes es tan baja que normalmente se mide en número de accidentes por millón de vuelos. También resulta interesante hacer el análisis por modelo de avión, aunque no hay que pasar por alto que hay modelos que se utilizan mucho más que otros, y otros que todavía no han llegado al millón de vuelos y que, por tanto, no pueden arrojar unas estadísticas demasiado concluyentes. Son por ejemplo notables los 30 accidentes sufridos por el 737-300/-400/-500, un avión relativamente moderno, que parece estar bastante por encima de sus aviones contemporáneos en cuanto a siniestralidad. Pero, considerando que es el avión más vendido de la historia con bastante diferencia, esta cifra es en realidad bastante buena (0,5 accidentes por millón de vuelos).
Es importante diferenciar entre aviación general y aviación comercial, porque, aunque la forma de transporte es en esencia la misma, las estadísticas no tienen absolutamente nada que ver. La aviación general abarca desde ultraligeros hasta aviones acrobáticos, pasando por veleros, avionetas, paramotores, y mil cosas más. Los controles en estos casos son mucho menos estrictos (y los pilotos más temerarios, también), y eso se nota. Según la NTSB, entre 1997 y 2006 ocurrieron 2305 accidentes de aviación general, frente a sólo 0,089 de aviación comercial (por cada 100.000 horas de vuelo).
Para situarnos un poco mejor en contexto: sólo en España y durante el año 2007 hubo 3082 muertes en las carreteras, mientras que, en todo el mundo y entre los años 1998 y 2007, los muertos por accidentes de aviación comercial fueron 5147. La verdad es que, a la vista de estas cifras, casi podríamos llegar a la conclusión de que el coche es uno de los principales depredadores que actúan sobre los humanos (los propios humanos son el otro gran depredador, claro). Otra obviedad es que los aviones son mucho, mucho más seguros que los coches, sin ningún tipo de duda.
Las causas que desencadenan un accidente son, sin embargo, lo más interesante a analizar de cara a evitar que se produzca otro igual en el futuro. Como ya hemos dicho, normalmente no se puede aislar una sola causa, pero suelen buscarse las principales, aquellas circunstancias sin cuya ocurrencia el accidente se habría evitado. Casi todos los países tienen una agencia que se dedica a investigar los accidentes (en el caso de España es la CIAIAC, que depende del Ministerio de Fomento), y que responde directamente ante las agencias internacionales como EASA o la FAA.
El Anexo 13 del convenio de Chicago de la OACI detalla las recomendaciones para el procedimiento a seguir a la hora de investigar un accidente, a quién notificar, y, sobre todo, qué hacer con las conclusiones alcanzadas tras la investigación. Muchos humanos piensan que el objetivo de una investigación de este tipo es encontrar a los responsables últimos para tener unos cuantos turcos a los que descabezar, pero nada más lejos de la realidad, y de lo verdaderamente importante. Las culpas y las condenas no son lo que salvarán vidas en el futuro, sino aprender de los propios errores e intentar que no vuelvan a repetirse.
Por desgracia, estas -por una vez- nobles intenciones quedan a menudo enmascaradas por el morbo de los medios de comunicación y el interés político.
A veces hasta siento lástima por ellos. Para una cosa que hacen bien...
¿Hola? ¿Queda alguien por ahí?
ResponderEliminarSi aún queda alguno de mis incondicionales, lo primero que quiero hacer es disculparme y justificar mi ausencia durante tanto tiempo. He tenido un par de meses muy duros en los que no sabía lo que iba a ser de mi vida, y la verdad es que no he dispuesto ni del tiempo ni de las ganas para seguir escribiendo. Por suerte la mala racha ha pasado, ahora mi vida se ha vuelto a estabilizar (aunque con cambios bastante importantes, ¡ya ejerzo de ingeniera! :D), ya me he instalado en mi nueva casa y vuelvo a tener un poco de tiempo (aunque no mucho, la verdad) para dedicarle al blog. Ya sabéis que no puedo prometer entradas diarias, ni siquiera semanales, pero haré lo posible por escribir con cierta frecuencia ^^
Y, ante todo, muchas, muchas gracias a todos por seguir ahí! ;)
Hola
ResponderEliminarEs fantástico que todo te vaya bien ahora (¡enhorabuena por el trabajo!). Este blog es fantástico; siempre he tenido interés en la aeronáutica (a nivel de aficionado), y los artículos que escribes me sacian con creces esa curiosidad. Es igual que no puedas escribir con frecuencia; con poder leer estos artículos de vez en cuando soy feliz.
¡Gracias!
Que alegria me ha dado el ver esta entrada en el feed. Gracias Lyd
ResponderEliminarLos miedos atávicos del ser humano suelen ser irracionales y poderosos.
ResponderEliminarY lo que no son miedos.
Los datos los dan frikis embatados, y nadie se fia de frikis embatados.
Otro que se ha alegrado de tu vuelta
ResponderEliminarEnhorabuena por tu "ingenieridad" :-P
Muchas gracias por volver!
ResponderEliminarF
Aquí seguimos, con la constancia que caracteriza a los chorlitos. ;-)
ResponderEliminarHombre, yo igual no soy un incondicional de los de siempre, pero lo soy desde que te descubri y seguire siendolo. Ahora mismo no se si fue con los materiales compuestos porque mirando entradas anteriores me suenan, pero claro, podria ser que leyera antiguas.
ResponderEliminarMe alegro mucho de que estes de vuelta para poder escribir entradas tan geniales como esta. Me encanta tu estilo "exposicion-chorlita".
Felicidades por estar de vuelta, por el trabajo y espero que todo te vaya bien.
Encantado de volver a leerte ^^
ResponderEliminarPues claro que estamos aquí. Y este chorlito, que ya sabes que tiene miedo a volar, debe recordarte que el avión no es seguro, sino fiable :-)
ResponderEliminarPor cierto, creo que el MD-83 estrellado en barajas no tenía duplicadas las alarmas en que los flaps no estaban desplegados. No sé si es así.
Salud! y encantado de saber que ya ejerces :-)
Gracias a todos! Sois los mejores chorlitos del mundo, así da gusto ;)
ResponderEliminarY bueno, Folken, yo no llevo bata... ten en cuenta que vivo de esto, así que más me vale intentarlo :P
No voy a entrar en una batalla semántica contigo, Omalaled... pero es muy difícil no hablar de seguridad cuando se trata el tema cuando toda la industria aeronáutica lo hace: está EASA, por ejemplo (Agencia Europea de Seguridad Aérea), el propio Convenio de Chicago, o todo lo que nos machacaron en la Escuela la diferencia entre los términos safety/security (que en español se traducen igual pero significan cosas diferentes).
En cuanto a las alarmas de los flaps... yo tampoco tengo ni idea. De todos modos, en teoría, un avión puede volar perfectamente sin ellas. Ahora, despegar sin flaps (y sin darse cuenta) en un día caluroso y con viento de cola ya es otra historia... este es el tipo de cosas que cambian cuando ocurren catástrofes de este estilo. Estoy segura de que después de lo de Barajas intentarán mejorar el sistema de alarma.
ResponderEliminarCito:
ResponderEliminarNo se llama Juan de la Cierva. No ha inventado el autogiro. No es famoso. No tiene un título de ingeniería. NO ES HUMANO. Nadie le comprende. Pero él sigue dando la lata insistentemente a sus chorlitos, con la esperanza de que el mundo se dé cuenta de que no hay quien sepa más de Aeronáutica que un pájaro con dos dedos de frente y sin pelos en la lengua.
Se me olvidó decirlo antes: Felicidades
Ya era hora maja!!!!! Has hecho como el turrón, volver por navidad. Para mi gusto Lyd este post sobre seguridad aérea se queda corto; me imagino que te dará pie para mas entradas que aludan a la tan demandada "seguridad aérea".Un beso y Feliz Navidad.
ResponderEliminarQué alegría me ha dado ver esta entrada :). Aquí otro de los incondicionales más calladitos, que vuelve a aplaudir por tu nuevo artículo.
ResponderEliminar¡Enhorabuena por el trabajo! Hace algún tiempo (¿años?) comenté por aquí que algún día estudiaría aeronáutica. Pues bien ya estoy en primero, persiguiendo el sueño que tu ya has alcanzado.
¡Enhorabuena de nuevo! Y esperamos que de vez en cuando nos hagas un hueco para regalarnos más de estos.
A cuidarse,
Álvaro
Folken: Si te fijas, no he dicho que ya sea ingeniera. Todavía me falta terminar el proyecto, quiero intentar entregar en febrero, aunque no sé si llegaré a tiempo. Pero no os preocupéis, que en el momento en que sea oficialmente una ingeniera lo anunciaré a bombo y platillo. Y a lo mejor podemos hacer algo para celebrarlo ;)
ResponderEliminarAgus: Lo bueno se hace esperar, ya se sabe :P
La verdad es que sí, la seguridad aérea es un asunto de tanta importancia que toda la industria gira en torno a ella, y hay mucho que contar. A mí me atrae particularmente la investigación de accidentes, puede que en el futuro escriba con más detalle sobre el tema. O sobre mantenimiento, que también tiene mucha miga...
wowned: En serio? Me alegro mogollón de que seas un futuro aeronáutico! Ya sabes, son duros, mucho ánimo y al toro! Y mucha suerte ;) Ah, y si necesitas algo, pide por esa boquita, que si puedo te ayudaré ^^
Seguimos seguimos, aunque con menos tiempo de publicar comentarios que nunca.
ResponderEliminarBienvenida de vuelta, ya me contarás que tal el curro... ¡¡y animo con el proyecto!!
Uff que decir... si esta dicho todo ya.
ResponderEliminarGracias por volver, enorabuena por el currele y suerte con el proyecto. Eso si cuando tengas un ratillo escribenos otro articulo mas de esos que tanto nos gustan y nos sacian a los curiosos y aficionados.
aleluya!! entro cada 2-3 días para curiosear por el blog y ya notaba tu ritmo decreciente de actualizaciones,jeje
ResponderEliminarhay una cosa que me he puesto en duda. todos los datos que comparas coche-avión estan muy bien y muy a favor del avión pero tienes que tener en cuenta que aquí también tendrías que compraarlos en base a su uso. se usa infinitamente (no tanto, pero mucho más) más el coche que el avión. si bien es cierto que en valor absoluto unos matan más que otros.
pero bueno que yo también defiendo el avión como un medio de transporte de seguro y que, almenos, intenta serlo todaví más!
un saludo!!
Cuando tengas el título haremos una gran fiesta. Ten por seguro que brindaré a tu salud. Yo pasé, años ha, por la técnica (con más pena que gloria)y sé que ha sido duro camino :D
ResponderEliminarSiempre estamos aquí Lyd, no lo dudes.
ResponderEliminarDescubrí el blog esta semana y me estoy empapando de conocimientos ¡Enhorabuena, es fantástico!
ResponderEliminarMe encanta tu blog, sigue así.
ResponderEliminarDicho esto, quería hacer una puntualización. Estoy un poco harto de escuchar que el avión es más seguro que el coche en función exclusivamente de la cantidad bruta de muertos que produce un medio de transporte y otro. Quiero decir, que me gustaría ver algún día unas cifras relativas que pudiesen ser comparables.
Dicho de otra forma: Esas 3082 muertes en carretera son 3082 de un total de usuarios de... ¿cuántos se calculan que estén simultáneamente en carretera en un país como España? Tal vez sea más fácil saber cuántos pasajeros hay en vuelo en todo el mundo simultáneamente, de los cuales perdieron la vida en un año nada menos que 5147.
No digo que las cifras no sean favorables, digo que es posible que no lo sean TANTO.
Sí, tenéis razón, ya sé que la comparativa sería más fiable teniendo en cuenta el volumen de pasajeros de ambos medios de transporte. De hecho, me volví loca intentando encontrar esos datos para poder compararlos en condiciones, pero no fui capaz (miré en el INE, en la DGT, pero no hubo forma...). Así que por eso comparé un año en españa de viajes en coche con 9 años en el mundo entero de viajes en avión... supuse que eso daba un margen suficiente como para sacar conclusiones. Pero si encontráis datos más concluyentes, agradeceré que nos los comentéis ;)
ResponderEliminarHola Lyd!
ResponderEliminarEncontré referencias de tu blog gracias a Omalaled, y lo encuentro muy interesante.
¿Hay hueco para un chorlito más?;) jeje!por cierto, ánimo con el proyecto fin de carrera que sé (por experiencia) que se hace demasiado largo.
Un saludo!
Volando seguro eh?...en eso estamos.
ResponderEliminarPor cierto, lo mismo te interesa el blog que llevamos un compañero y yo: www.ingenieriademateriales.wordpress.com
Encantado de conocerte Lydia.
Salvador Ortolá (IRM Airbus Puerto Real)
http://www.elpais.com/articulo/madrid/encuesta/indica/aumenta/uso/coche/frente/transporte/publico/elpepuespmad/20060323elpmad_3/Tes%20)
ResponderEliminarEnesa fuente puede leerse que sólo en Madrid se producen 10 millones de desplazamientos en automóvil por día. Multiplica por 365 días. ¡Tres mil seiscientos cincuenta millones de desplazamientos! (Sólo en Madrid)
A partir de allí haz tus números de seguridad comparada.
A las 14:47:36 UTC se están registrando 1038 vuelos comerciales en el aire (fuente www.radarvirtuel.com). Si hay unos 650 millones de autos, ¿Te parece conservador tomar que están circulando el 50%? Comparemos entonces la incidencia de accidentes y muertes en uno y otro medio de transporte bajo estas condiciones de tráfico. Sin NINGUNA DUDA, es muchísimo más seguro el automóvil.
ResponderEliminarVale, me ha quedado clarisimo!
ResponderEliminarEs cierto que los aviones son los transportes mas seguros, aunque disfruto mucho de estar en la tierra. Siempre que contrato un buen seguro de automovil disfruto de salir a recorrer diversas ciudades a bordo de mi auto
ResponderEliminarLei un informe de accidente donde. Hicieron una investigación sobre el anemómetro-altímetro de una sola aguja. Dando a entender que se necesitaban dos fijaciones de vista para poder comprender las indicaciones; lo que llevaba a errores de interpretación en los pilotos con cargas de trabajo excesivas (aterrizaje). Es cierto que no solo se buscan culpables, sino que hacen recomendaciones para mejorar la seguridad. Gracias por los artículos.
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