Durante mucho tiempo las teorías aerodinámicas conocidas no fueron capaces de explicar el vuelo del abejorro, ya que, por sí solas, las alas de este insecto (y de otros similares) no producen sustentación suficiente para contrarrestar su peso. Recientemente se ha descubierto que la particular forma que tiene el animal de batir sus alas produce un torbellino que proporciona el remanente de fuerza necesario para elevarlo en el aire.
¡Éste es MUY bueno! xD
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